Si te has hecho una herida, ya sea un corte, rasguño o pequeña quemadura, es importante limpiarla bien para evitar infecciones. Aunque parezca algo fácil, hacerlo bien ayuda a que cicatrice rápido y sin problemas. Aquí te explico cómo limpiar una herida de forma simple y segura.
1. Lávate bien las manos
Antes de tocar la herida, lávate las manos con agua y jabón, o usa gel desinfectante si no tienes agua a mano. Esto ayuda a evitar que las bacterias entren en la herida y la infecten.
2. Limpia la herida con agua
Pon la herida bajo un chorro de agua fría durante unos minutos. No hace falta usar alcohol ni agua oxigenada a menos que lo indique un médico. Solo agua limpia para quitar cualquier residuo o suciedad que haya quedado.
3. Usa un jabón suave alrededor de la herida
Lava la piel alrededor de la herida con un jabón suave, sin frotar directamente en la herida para no irritarla. Asegúrate de enjuagar bien para no dejar restos de jabón.
4. Seca con cuidado
Usa una gasa o un paño limpio y seca la herida con pequeños toques, sin frotar. Evita usar algodones o toallas que puedan dejar pelusas.
5. Aplica un desinfectante (opcional)
Si quieres, puedes aplicar un desinfectante suave o una crema antibiótica para prevenir infecciones, aunque no es siempre necesario si la herida no es profunda.
6. Cubre la herida
Pon una tirita o apósito, especialmente si la herida está en una zona que pueda rozarse con la ropa o ensuciarse. Cambia el vendaje a diario o si se moja o ensucia.
7. Vigila la evolución de la herida
Observa cómo va sanando. Si notas que se pone más roja, duele, se hincha o aparece pus, consulta a un médico porque podría haberse infectado.
Limpiar una herida bien y cuidarla ayuda a que cicatrice más rápido y a evitar posibles complicaciones.