El virus del Nilo Occidental es una enfermedad que se transmite principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados. Aunque en la mayoría de los casos los síntomas son leves o inexistentes, es importante conocer las señales de alerta, especialmente en personas mayores o con el sistema inmunológico debilitado.
Síntomas leves
La mayoría de las personas infectadas con el virus del Nilo Occidental no presentan síntomas (alrededor del 80% de los casos), y su cuerpo combate la infección sin ningún problema. Sin embargo, para quienes experimentan síntomas, estos pueden ser similares a los de una gripe leve:
- Fiebre baja
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares y cansancio
- Erupciones cutáneas: en algunos casos aparecen pequeñas manchas rojas en el cuerpo, aunque esto es menos común.
Estos síntomas suelen durar algunos días y desaparecen por sí solos, sin necesidad de tratamiento especial. Lo mejor en estos casos es descansar e hidratarse.
Síntomas graves
En un porcentaje menor de casos, el virus puede afectar el sistema nervioso y causar problemas más serios. Esto es más probable en personas mayores o con problemas de salud preexistentes. Los síntomas graves pueden incluir:
- Fiebre alta: más intensa y debilitante que en los casos leves.
- Rigidez en el cuello: puede indicar que el virus está afectando las meninges, la capa que recubre el cerebro.
- Confusión y desorientación: dificultad para concentrarse o problemas de memoria.
- Convulsiones y temblores: en casos muy graves, el virus puede causar ataques o movimientos incontrolables.
- Parálisis parcial: aunque es raro, puede ocurrir en las infecciones graves.
Si alguien muestra estos síntomas graves, es fundamental buscar atención médica rápidamente. Estos casos pueden requerir hospitalización para asegurar que se controle la infección y prevenir complicaciones serias.
Prevención
La mejor forma de evitar el virus del Nilo es evitar las picaduras de mosquitos, especialmente durante el amanecer y el atardecer, cuando están más activos. Aquí algunos consejos:
- Usa repelentes de insectos: especialmente si estás en zonas donde el virus es común.
- Elimina el agua estancada: los mosquitos ponen sus huevos en agua estancada, así que evita tener recipientes con agua en casa.
- Usa mallas o redes en ventanas y puertas: para mantener a los mosquitos fuera de casa.
Mantente informado y atento a los síntomas, especialmente si vives en un área donde se ha detectado el virus.